domingo, 16 de febrero de 2014

Saludos

El saludo es el inicio y el fin de algo: un pasaje hacia una conversación, un encuentro, un desencuentro, una compra, un viaje, una relación. Dice muchas cosas acerca de nosotros mismos, de la situación y del vínculo que establecemos con quien nos estamos cruzando. Por eso existen tonos, palabras y gestos múltiples para encararlos.

Empecemos por el gestual, saludo geográficamente distante. 

Brazo al aire. 

Si la mano bambolea de un lado a otro con ritmo y se acompaña de una sonrisa y de ojos pseudo achinados es indicativo de felicidad y, probablemente, de un deseo de acortamiento de la distancia. También puede ser utilizado con falsedad, ocultando de este modo los reales sentimientos hacia el ser saludado.

Brazo alzado con mano sin movimiento que rápidamente baja, indica lo contrario: nos vimos, nos conocemos, nos saludamos porque es un DEBER civilizatorio pero si las miradas no se hubieran cruzado… hubiéramos preferido hacernos claramente los boludos. Una variante para estas emociones es la pera alzada con cejas arqueadas (el que juega al truco sabe). Su amigo parlante podría ser el quehacé desganado, sin ninguna intención de que sea respondida la pregunta.

De mano, dedos quebrados en la segunda falange que cierran y abren. Saludo algo amistoso en situación donde no es posible saludar de otra manera y donde no existe oportunidad para la salutación.

De mano abierta que se mueve de un lado a otro. Utilizada mayormente al subirse a un medio de transporte, ventanilla mediante.

De mano que se mueve dando un giro, entrecerrada, como circular. Solo apto cuando se saluda a un bebé.
Físicos. Solo pueden realizarse a corta distancia y en contacto con otro ser humano.

De beso. 

En el cachete pueden ser medidos, sopapa, babeantes, simulados (solo se tocan las mejillas entre sí, puede ser con sonoridad de beso o sin ella), los hay con amor y esos, generalmente, incluyen algún toqueteo, los hay cerca de la boca pronunciando algún deseo futuro y bien lejos de ella, casi en la oreja. Estos pueden deberse a la torpeza, al pudor o a la descoordinación.

En la boca pueden ser picos cortos, aburridos o rutinarios, picos con unos segundos de más (lo justo para sentir los otros labios que tocan y gustan), desesperados, boquiabiertos. Solo aptos para relaciones amorosas o sexuales aunque algunos de ellos son dados por padres a hijos como signo de amorqueparamigustosepasaunpoco. 

De abrazo. 

El abrazo siempre indica afecto o amor. Nunca se abraza a alguien no querido. Se abraza a amigos, conocidos con posibilidad de ser amigos, familia y parejas. Pueden ser con todo el cuerpo, cortos o largos dependiendo de la cantidad de afecto que se quiera o se está dispuesto a demostrar. Un encuentro inesperado puede ser motivo de un abrazo pero también uno esperado. Implica cierta entrega y es uno de mis preferidos. 

Hay saludos… 

Deseantes del orden: Hola, ¿Todo bien? ¿Todo tranqui? (tranqui????????, en serio: tranqui???, what the fuck!) Y en esta línea el más militarizado ¿Todo en orden? 

Filiales: Qué hacé vieja-o. Es preciso aclarar también que este saludo adoptó un sentido diferente de la mano de seres con flequillo, enterito de jean y zapatillas topper blancas.   

Confianzudos: ¿Cómo andás, negri? Generalmente se le dice a alguien que no es tan amigo pretendiendo que lo fuera y a la enunciación solo le cabe el tono agudo. Otra posibilidad es que te caiga RE-BIEN pero no acuerdes su nombre. Puede estar acompañado por una mano que toca el hombro. Como sea, definitivamente, no lo uso.

Vegetarianos. Solo se pueden dirigir a personas con las que se tiene mucha confianza y respecto de las cuales quedar como pelotuda, no importa o que, sin pudor, emitís sin poder evitar, quedando efectivamente como pelotuda.

¿Qué acelga? Preferentemente, quien quiera hacer uso de este saludo deberá alargar el sonido de la l hasta llevarlo a un qué acelllllllllllllga. Maravilloso. Imposible decirlo sin sonrisa.

Otro más reciente y puesto de moda en las redes sociales, se impone. Estamos hablando del nefasto “chauchis”. Si se escribe en mayúsculas es claramente peor, mirá: CHAUCHISSSSSSSSSSSSSS; diminutivo irrespetuoso del consabido “chaucha” que tan bien le hace al mundo. La contracara para la bienvenida es el holisssssssss, vocablo emitido por vedettes, chicas que visten de rosa, optimistas irremediables y maestras jardineras (estas últimas a causa del uso intensivo de diminutivos para todos los ámbitos de la vida).

Pulcros. “Qué talco” nos transporta de manera inmediata a la Argentina de los años 20 o 30, tiñendo el saludo de sombrero tanguero a destiempo.  En este caso, solo puede ser emitido con sonido ronco y grave. Ojo, también lo puede decir quien quiera hacerse pasar por gente de onda. Warning.

Optimista. “Buenas” es la versión acortada y laica del “buena y santas”. Puede tener un origen telúrico y estar acompañado del uso de alpargatas por parte del hablante.

Bilingües. Acá lo más importante es que esté mal dicho. Es más divertido si está mal escrito. Jelou, Jau ar iu, es mi preferido entre todos. 

Que se escriben pero no se dicen. Saludos es un indicativo de distancia pero también puede ser utilizado como sinónimo de unas reprimidas ganas de mandarte al carajo. Cariños también se escribe pero no se dice porque para eso existen los abrazos. 

Es así, fijate, saludar no es una boludez.

Dejo entonces un video que viene al caso.


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