jueves, 26 de diciembre de 2013

Poeta subterráneo

Subió con su pelo engominado y su valija con ruedas a un subte lleno de personas marchando hacia sus obligaciones rutinarias.

Pero él es poeta y su mente vive en otro lado. Concentrado en su teléfono, nada de lo que ocurre a su alrededor parece inmutarlo. Nueva estación, más gente entra empujando porque hay que llegar. El sigue escribiendo. Me intriga. Trato de pispear algo de lo que ahí pasa. Después de todo, esa realidad es más interesante que mi apretada circunstancia.

Y leo su lenguaje formal que dice algo parecido a esto:

“Te amo, es preciso que te recuerde que...”

Lenguaje poco común para mensajes de texto, pienso, para los miles de mensajes de texto que escriben que como k, besos como bss, estoy como toy o toi, según la ortografía del escribiente. Otro approach de estación me ayuda a ver lo que sigue:

“Perdonar es injusto.
Perdonar es una injusticia con mi sed de venganza”.

Valija era, después de todo, un pueta del amor (y del odio).

No hay comentarios:

Publicar un comentario